lunes, 3 de marzo de 2008

Una canción

El cielo no te dio magia en los pies.
las ordenes precisas, cubrir los huecos, bajar a
defender.
En el centro del campo, recuperando balones
soltándosela rápido al que se lleva la gloria de los
goles.

Y tantos años, tantas botas,
tantos tacos, tanto esfuerzo
y no ganar ningún trofeo ni jugar un mundial.
Tanto barro, tantas rodillas,
tanto domingo, tantas dobles amarillas
para no llegar nunca a la final.

Y pasar la vida en el centro del campo
hasta que encuentren en la cantera un recambio.
Pasar la vida en el centro del campo.
La experiencia es un grado bajo cero
el destino jugando siempre al fuera de juego
y en el marcador un aburrido empate a cero.


Nadie se compró la camiseta con tu nombre.
Haciendo el trabajo sucio: o pasa el balón o sólo pasa
el hombre.
En el centro del campo, trabajando con los pulmones,
no fuiste el fichaje estrella ni la hinchada te dedicó
canciones.


Y tantos años, tantas botas,
tantos tacos, tanto esfuerzo
y no ganar ningún trofeo ni jugar un mundial.
Tanto barro, tantas rodillas,
tanto domingo, tantas dobles amarillas
para no llegar nunca a la final.

Y pasar la vida en el centro del campo
hasta que encuentren en la cantera un recambio.

Pasar la vida en el centro del campo.
La experiencia es un grado bajo cero.
El destino jugando siempre al fuera de juego
y en el marcador un aburrido empate a cero.

La canción se llama Empata a Cero, de Pablo Moro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo que esa canción no nos define nada.
Primero porque nosotros solemos dar espectáculo (negativo o positivo)no estamos acostumbrados a empatar.
Segundo porque nuestra afición sí nos reconce el esfuerzo y ése es nuestro mejor premio.

AÚPA KASUKABE!!